Fascia y AtlasPROfilax®

Fascia y AtlasPROfilax®

Información técnica para profesionales de la salud sobre el método AtlasPROfilax®

El sistema fascial

Según Adrej Pilat, uno de los grandes investigadores de la fascia y creador de la inducción miofascial, “El sistema fascial del organismo forma una ininterrumpida red que, de diferentes modos, controla todos los componentes de nuestro cuerpo. No es posible mantener un cuerpo saludable sin que exista un sistema fascial saludable. Este sistema debiera encontrarse en un equilibrio funcional para asegurarle al cuerpo el desenvolvimiento óptimo en sus tareas. La presencia de restricciones del sistema fascial y de su estructura interna crea «incomodidades» que interfieren con el desenvolvimiento funcional apropiado de todos los sistemas corporales. El sistema fascial puede encontrarse en una excesiva tensión o puede estar demasiado distendido; en ambas situaciones, la función corporal queda afectada. Este comportamiento se puede comparar con tres formas de acostarse en una hamaca: demasiado tensa, muy floja o perfectamente equilibrada entre dos troncos; tan sólo en la última el cuerpo se encuentra cómodo.

Definición

Definimos la fascia como una lámina de tejido conjuntivo que envuelve a los músculos, huesos, órganos y todas las demás estructuras del cuerpo, tanto a nivel macroscópico como microscópico. Si hablamos de sistema fascial y no de fascias es porque ninguna fascia es independiente de las demás, sino que están interconectadas entre sí de forma que crean una red única que se extiende por todo el organismo y relacionando que cada célula, cada tejido y cada órgano del cuerpo. Por mostrar un ejemplo, en el músculo, existe una fascia que envuelve a cada célula muscular, denominada endomisio, cada haz de fibras musculares está envuelto por otra membrana denominada perimisio y el conjunto del músculo por otra denominada epimisio. En realidad, las tres son extensiones de un mismo tejido fascial que las conecta entre ellas y con el resto de músculos y demás órganos del cuerpo.

Un sistema fascial sano permite el deslizamiento de los diferentes órganos sobre los demás para permitir un correcto desarrollo funcional. Por ejemplo, la fascia de un músculo permite el deslizamiento respecto a los demás músculos durante la contracción. El deslizamiento de la pleura permite la expansión pulmonar y de la caja torácica al permitir que las estructuras se muevan unas sobre otras. Cuando el sistema fascial no está sano se producen restricciones de movilidad, que por el carácter continuo del sistema fascial podrán afectar a la función de otros órganos distintos situados a distancia.

Funcionalmente el sistema fascial incluye también a las meninges, siendo la duramadre la membrana a la que por sus características (mayor grosor y menor capacidad elástica) se le concede una mayor importancia. Algunos autores denominan a las meninges como Sistema Fascial Interno y al resto del sistema fascial Sistema Fascial Externo.

    Composición de la fascia

    A nivel histológico, cuando hablamos de fascia hablamos de tejido conectivo. Este tejido supone más de un 15% del peso corporal y contiene una cuarta parte del agua del organismo.

    El tejido conectivo es responsable de mantener el difícil equilibrio entre la estabilidad y la elasticidad en el cuerpo.

    En cuanto a su composición, el principal componente es la sustancia fundamental. En este gel que contiene gran cantidad de agua se encuentran el resto de componentes (células y fibras). La sustancia fundamental junto con las fibras forma lo que se denomina matriz extracelular.

    La sustancia fundamental se compone básicamente de unas proteínas llamadas glucasaminoglicanos (GAG), capaces de atraer grandes cantidades de agua, necesaria para mantener las propiedades mecánicas del tejido conectivo.

    El otro componente de la matriz extracelular lo forman una serie de fibras: la elastina, el colágeno y la reticulina.

    El tercer componente del tejido conectivo es el conjunto de células, divididas en dos grupos: células fijas y células libres. Entre las primeras se encuentran los fibroblastos, cuya función es la de producir elastina y colágeno, y las células adiposas, cuya función consiste en almacenar lípidos para posteriormente liberarlos a la sangre y obtener energía.

    En cuanto a las células libres podemos encontrar macrófagos, que se “comen” las células dañadas y resto de sustancias de desecho cuando existe una lesión y participan en el proceso de reparación del tejido dañado, y mastocitos, que participan en la tarea de renovación de la sustancia fundamental, ya que su función es la de liberar ciertas sustancias necesarias para el proceso de reparación o cicatrización, particularmente producen histaminas, serotonina y heparina en las primeras fases de la respuesta inflamatoria.

    El tejido denso regular presenta una mayor proporción de fibras de colágeno en detrimento de la cantidad de sustancia fundamental. En los tendones la disposición de las fibras de colágeno es paralela mientras que en los ligamentos es más irregular y depende de las necesidades mecánicas de cada ligamento.

    No se debe olvidar también que en el tejido fascial existen células musculares lisas, que confieren a la fascia capacidad contráctil. Según distintos autores, la fascia podría responder a distintos traumas tanto de origen físico como físico contrayéndose y creando así una hipomovilidad.

    Además de células musculares, la fascia también es rica en terminaciones nerviosas y receptores sensoriales como los receptores de Golgi, de Pacini o de Ruffini, que convierten al sistema fascial en una parte fundamental del sistema propioceptivo.

    Clasificación de las fascias

    A nivel general encontramos la fascia superficial y profunda, especializándose la fascia profunda en una serie de estructuras diferentes.

    La fascia superficial es una fascia subcutánea, de hecho se adhiere a la piel, que tiene una densidad distinta en cada parte del cuerpo, siendo más densa en las extremidades y menos en la cabeza y el tronco.

    La fascia profunda integra los sistemas fasciales microscópicos y macroscópicos y confiere a los distintos órganos y sistemas del cuerpo la cualidad de ser una unidad tanto a nivel estructural como funcional. La fascia profunda es más densa que la superficial y tiene mayor proporción de colágeno en su matriz extracelular.

    Dentro de la fascia profunda se establecen distintos niveles:

    • Miofascia: Existen distintos niveles de fascia dentro de la miofascia, ya que además de la fascia externa de cada músculo, el epimisio, cada haz de fibras musculares está envuelta por el perimisio y cada fibra o célula muscular por el endomisio. No olvidemos que no son estructuras independientes sino interconectadas entre sí y con el hueso.
    • Viscerofascia: Con este término nos referimos a las distintas envolturas de las vísceras, como el peritoneo, la pleura o el pericardio, que también están unidas a la miofascia y tienen un papel fundamental en la función visceral y en la estática y dinámica corporal.
    • Neurofascia: La estructura de las distintas capas fasciales de los nervios es bastante parecida a la del músculo. En este caso, la capa más externa que envuelve al conjunto del nervio se denomina epineuro. Cada haz de fibras nerviosas está recubierto por el perineuro y cada fibra se halla dentro del endoneuro.
    • Meninges: Las meninges son consideradas parte del sistema fascial (sistema fascial interno) por su estructura y por su función, si bien la que mayor repercusión mecánica tiene es la duramadre. Distinguimos entre la duramadre craneal, fuertemente anclada a los huesos del cráneo, y la duramadre espinal, que se ancla al foramen magno, segmento cervical alto y sacro y coxis.
    • Puente miodural o vértebrodural: Consiste en una lámina de tejido conectivo que une la duramadre espinal con el epineuro del músculo recto posterior menor de la cabeza, estableciendo así un punto de unión entre el sistema fascial interno y el sistema fascial externo. Este puente de unión es capaz de transmitir las tensiones entre el sistema fascial interno y el externo. Esta unión permite además que el músculo recto posterior menor de la cabeza adquiera una importante función de mecanorreceptor que controle la posición de la cabeza e informe al SNC sobre las tensiones sufridas en ambos sistemas fasciales.

    Funciones de las fascias

    Al igual que el sistema fascial se relaciona con todas las estructuras del cuerpo, sus funciones van a ser también muy variadas, y entre ellas están:

    • Protección mecánica de los distintos órganos y estructuras a las que envuelven
    • Servir de barrera contra agentes patógenos (p.e. la duramadre)
    • Permitir el deslizamiento de las distintas estructuras corporales para que el movimiento sea posible
    • Separar distintas estructuras formando tabiques
    • Ayuda a la cicatrización de heridas
    • Almacén, de lípidos, agua y minerales
    • Mantenimiento de la circulación sanguínea y linfática

    Partiendo de la base de la existencia del sistema fascial capaz de integrar cada estructura del cuerpo, ya sea a nivel microscópico como macroscópico, nacen diferentes corrientes terapéuticas que tienen como objetivo común, entender al organismo de forma global como un todo y tener una nueva visión de la patología, que se asienta en la restricción y deformación macroscópica pero también celular del sistema fascial, para así poder desarrollar técnicas  de liberación eficaces capaces de devolver al cuerpo su capacidad de movimiento y en consecuencia recuperar la salud.

    Aunque cada una de estas corrientes tiene unos determinados principios teóricos sobre la patogenia y la acción terapéutica, todas ellas nutren los principios teóricos del método AtlasPROfilax®, que lejos de entrar en discusiones teóricas o dogmáticas, ha sido capaz de tomar la esencia de cada una de ellas e integrarlas para así poder entender mejor el gran potencial terapéutico del propio método.

    El método AtlasPROfilax® tiene la virtud de ser capaz de influir de forma muy directa sobre todo el sistema craneosacral por distintas vías: las frecuencias de vibropresión por resonancia de tejidos blandos favorecen una liberación de extensiones fasciales que se proyectan a la duramadre, con un efecto descendente que al mismo tiempo liberará occipital y sacro. En segundo lugar, la desaparición del Síndrome Reactivo de la Musculatura Suboccipital, principalmente del músculo recto posterior menor de la cabeza, va a liberar tensión de todo el sistema fascial externo. Por su situación y las conexiones fasciales de la zona, este músculo tendrá probablemente una acción directa sobre la cisterna magna y por tanto sobre la fluctuación de LCR.

    La fascia difícilmente pueden ser entendida sin comprender el concepto de “cadenas muculares”. De Méziéres tomamos la definición de cadena muscular como un “conjunto de un mínimo de dos músculos poliarticulares (cuyos orígenes y/o inserciones se entrelazan) que se organizan superponiéndose unos a otros y que están conectados a través de la red fascial, donde todos los elementos son solidarios”. Para ella existe una cadena posterior formada por los músculos dorsales profundos que actúa de forma continua contra la gravedad y que tiende a la retracción y a la fibrosis, ya que el tejido fibrótico es más eficaz energéticamente.

    Leopold Busquets añade algunas nociones interesantes como la inclusión de la duramadre y de las fascias viscerales. Él también establece la existencia de una cadena estática posterior (CEP), que considera que está formada por elementos de tejido conectivo como la hoz del cerebro, el septo nucal y la fascia toracolumbar entre otras, pero establece también otras dos cadenas estáticas, la visceral y la neurovascular, con lo que da gran importancia al tejido conectivo o fascial frente al muscular. También considera que existen unas cadenas dinámicas de flexión, extensión, apertura y cierre.

    Imágenes de cadenas musculares tomadas de L. Busquets. Las cadenas estáticas, en amarillo la CEP y la C. neurovascular y en rojo la C. visceral, y las cadenas dinámicas, en naranja la C. de flexión y de extensión, en verde la de apertura y en azul la de cierre.

    Otro de los autores más reconocidos es Philippe Souchard, creador de la Reeducación Postural Global (RPG) que también establece como causa de los problemas del aparato locomotor el acortamiento de las cadenas estáticas. Subraya la importancia que tiene el segmento cervical alto y sus músculos cortos junto con el ECOM para mantener la horizontalidad de la mirada ante cualquier desequilibrio como escoliosis, etc. cuando este sistema no es capaz de compensar existe un problema grave. Para las hernias discales, artrosis y demás alteraciones del aparato locomotor tienen su origen en los acortamientos de las cadenas estáticas.

    [Translate to Español (ESP):] Cadenas musculares según P. Souchard

    Otros autores como J. Pilates, Ida Rolf, Thérese Bertherat, Alexander señalan varios enfoques y interrealaciones del sistema miofascial. Por ejemplo, Godelieve Denys-Struyf, habla de la relación entre la mecánica y la estática corporal con aspectos psicológicos. Esta autora afirma que  la función del cuerpo es expresar los aspectos psicológicos de la persona. También introduce el término cadena articular, como un conjunto de articulaciones que actúan de forma coordinada en los distintos movimientos. Las cadenas musculares asientan sobre las cadenas articulares y son el motor de las mismas.

    Cadenas musculares según G. Denys-Struyf. En gris la cadena posterior media, en rojo la posteroanterior,en rosa la anteroposterior, en amarillo la anterior media, en verde la posterolateral y en azul la anterolateral.

    Tipologías posturales según G. Denys-Struyf.

    En vista de lo descrito anteriormente podemos obtener distintas conclusiones. En primer lugar, la existencia de cadenas miofasciales estáticas y dinámicas, siendo las estáticas responsables de la postura. Estas cadenas miofasciales poseen gran cantidad de tejido conectivo que es más eficaz que el muscular para este cometido.

    Aunque existen grandes diferencias metodológicas entre distintos autores no mencionadas aquí por motivos prácticos, existe consenso entre todos ellos en algunos puntos. Por un lado, todos coinciden en la importancia de las fascias en todo el sistema y en que el acortamiento de una parte de la cadena repercute en toda la cadena. Además, si observamos las cadenas estáticas en cada uno de ellos, nacen o tienen un punto crítico en la unión craneoespinal.

    Desde el punto de vista del método AtlasPROfilax® podemos afirmar que el conocimiento de las cadenas miofasciales nos permite entender en un gran porcentaje cómo y por qué se producen cambios tan importantes y rápidos sobre la postura de nuestros pacientes y por qué se restablece la movilidad articular y se reduce el dolor en pocos días o semanas del tratamiento AtlasPROfilax®, incluso después de sufrir restricciones y deformaciones importantes. La eliminación del SRMS, la descompresión de estructuras fasciales con cambios bioquímicos en la zona de charnela atlanto-ocipital libera las cadenas musculares produciendo así un gran beneficio físico y psíquico sobre el organismo de nuestros pacientes.

    Fascia e investigación

    En el último decenio, la fascia ha sido objeto de serias investigaciones y ha generado numerosos libros y artículos científicos que abren el potencial terapéutico. Investigadores como el neuroanestesiólogo Werner Klinger, la neurofisióloga Heike Jäger, las neurólogas Carla Stecco y Helene Longevin, de la universidad alemana de Ulm, la universidad italiana de Padua o la universidad de Vermont de Canadá, son líderes en la investigación de la fisiología y la fisiopatología de la fascia que pueden promover terapéuticas nuevas en el campo de la medicina con aplicaciones concretas en varias patologías y, en especial, en el dolor crónico de origen no maligno. El dr. en Biología Robert Schleip, ha sido uno de los científicos más destacados y reconocidos en este campo. Él nos deja su testimonio sobre el método Atlasprofilax después de haber recibido su aplicación. Para ver el video haga clic aquí.

    Recomendamos el visionado de este documental sobre la fascia realizado por la cadena alemana Deutsche Welle. Para ver el video haga clic aquí.

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