Lumbalgia

Cómo AtlasPROfilax® puede ayudar con el dolor de cintura


Lumbalgia

De origen cervical-ATM

El síndrome superior cruzado que suele acompañar al DIM de C1, actúa como perturbador del sistema tónico-postural, lo que podría desencadenar en disfunción ATM y en el acortamiento del psoas ilíaco y de los extensores lumbares. Esto es, la manifestación de un síndrome inferior cruzado que deriva en lumbalgias y discopatías de la región lumbar.

La anteriorización cefálica (hiperextensión de C0-C1-C2) predispone a la disfunción de la ATM y con ello, al desarrollo de hiperlordosis lumbar, inclinación de pelvis, hiperflexión de cadera e hiperextensión de rodilla. La perturbación del elevador de mandíbula y los protractores genera un exceso de tensión intervertebral que podría expresarse en lumbalgias inespecíficas. (Vladimir Janda, M.D.)

Efectividad, mejorías y limitaciones de AtlasPROfilax® en la lumbalgia

  • AtlasPROfilax® tiene una efectividad alta – alrededor del 80% - en el dolor, engatillamiento, acortamiento y rigidez de la zona lumbar.
  • La corrección del Atlas no tiene incidencia alguna en trastornos viscerales, inflamatorios, infecciosos o malignos que den lugar al dolor lumbar.
  • La efectividad en el dolor lumbar varía en función de presencia de anomalías en los discos, es decir, en presencia de hernias, discopatías y abombamientos, la mejoría está dada por la cronicidad, el número de discos implicados y el nivel de degeneración del disco.
  • Las enfermedades degenerativas como la discartrosis, son una fuerte limitante para tener resultados importantes con la aplicación de AtlasPROfilax®.
  • La lumbalgia por obesidad y en especial, por obesidad mórbida u obesidad abdominal, tiene baja respuesta a la corrección del Atlas.

Algunas lumbalgias tienen origen visceral como las afecciones retroperitoneales (nefrolitiasis, nefroma, etc.), linfoma, trastornos de la aorta abdominal, enfermedades suprarrenales y metástasis del cáncer de mama. Las estenosis, espondilolistesis y discartrosis lumbares también producen lumbalgia. Esto reduce la efectividad de la corrección del DIM de C1.

Testimonios

AtlasPROfilax y la lumbalgia

No hay registros disponibles.

Bibliografía relacionada:

  • Janda, Vladimir. Manuelle Muskelfunktionsdiagnostik. Urban & Fischer. 2000.
  • Chaitow, Leon. Fascial Dysfunction: Manual Therapy Approaches. Handspring Publishing Limited.2014.
  • Schwind, Peter. Faszien- und Membrantechnik: Handbuch für die Praxis. Urban & Fischer. Elsevier. 2009.
  • Jones, Lawrence H. Strain-Counterstrain: Osteopathische Behandlung der Tenderpoints. Urban & Fischer Verlag/Elsevier. 2005.
  • Rocabado, Mariano;  Iglarsh, Annette Z.: The Musculoskeletal Approach to Maxillofacial Pain. Lippincott Williams & Wilkins. 1990.
  • Ferreira ML; Ferreira PH; Latimer J; Herbert RD; Hodges PW; Jennings MD; et al.: Comparison of general exercise, motor control exercise and spinal manipulative therapy for chronic low back pain: A randomized trial. Pain 2007.
  • Minagar, Alireza; Neuroinflammation. Elsevier . 2010.
  • Tanaka, Terry T. Head, Neck and TMJ Pain Management.University of California. 1987.

Advertencia

Por favor, lea nuestra advertencia.

No es nuestra pretensión que los lectores de esta página web asuman que el Desarreglo Intervertebral Menor del Atlas es la causa única de los problemas de salud enunciados a continuación en este apartado. El dolor suele ser una señal de alerta de que hay una lesión tisular real o potencial, por lo que es preciso acudir al especialista para advertir de sus posibles causas.

P.e. una cefalea o un dolor local puede tener muchas causas y ser una señal de que una enfermedad está en curso. Incluso un aparente dolor muscular benigno puede advertir de un trastorno metabólico, inmunológico, vascular o  articular. Por ello, si tiene alguno de estos problemas de salud, consulte con su médico y siga el tratamiento respectivo. Recuerde autogestionar su salud con celeridad.

AtlasPROfilax® es un método kinesiológico que secunda a la medicina alopática y a la natural así como a la odontología ortopédica. En ningún caso interfiere o reemplaza los tratamientos médicos – odontológicos ni los medicamentos. El único objetivo que persigue es corregir el DIM del Atlas para mejorar la calidad de vida del paciente y para hacer de éste un terreno más fértil para cualquier tratamiento y terapia posterior.

De igual forma que una gran cantidad de pacientes reacciona bastante bien con especialidades de la medicina complementaria (homeopatía, terapia neural, acupuntura, naturopatía, aromaterapia, nutracéutica, osteopatía, quiropraxis, masajes, terapias energéticas, etc.) hay siempre, una población que por poca receptividad a estas técnicas o por la condición de su propia salud, no tiene los resultados esperados. 

Asimismo y tal y como citan los biólogos chilenos Maturana y Varela, “Los seres vivos son redes de producciones moleculares en las que las moléculas producidas generan con sus interacciones la misma red que las produce”. Ese principio de autopoiesis que trata de la autoproducción y autorregulación, explica por qué algunos pacientes evolucionan favorablemente con una terapia mientras que otros no.

Todo lo anterior para puntualizar que la corrección del DIM del Atlas se ha mostrado altamente efectiva en la disminución del dolor miofascial crónico benigno, en algunos trastornos funcionales de la postura así como en el reordenamiento del Sistema Tónico Postural. Sin embargo y como ocurre en cualquier especialidad de la medicina complementaria, los resultados son proporcionales a la autopoiesis del paciente. 

Existen varias probables etiologías para el desarrollo de disfunciones y dolor en el cuerpo, desde las alteraciones endógenas (genéticas, congénitas, autoinmunes, etc.), exógenas (alérgicas, iatrógenas, patógenas, etc.), ambientales (mecanoposturales, ergonómicas, profesionales, etc.) y multifactoriales (neoplásicas, idiopáticas, psicosomáticas, etc.). 

La desalineación del Atlas no se había tenido presente hasta el desarrollo de la Osteopatía en 1874 por A. Taylor Still, M.D. y el nacimiento de la Quiropráctica en 1895 por D. D. Palmer.  La inclusión del concepto de Desarreglo Intervertebral Menor se hizo en 1969 por R. Maigne, M.D. El DIM del Atlas, estudiado en profundidad durante 20 años por el Dr. R.-C. Schümperli, E.M., fue publicado en 1993.

El DIM de C1 es uno de los factores detonantes del dolor miofascial pero no es el único. Desarreglos Intervertebrales Menores de cualquier área de la columna vertebral pueden proyectarse en ciertos músculos y ligamentos en forma dolorosa. Esto para precisar que el DIM de C1 no es la justificación para todos los dolores miofasciales, si bien, la corrección de este DIM propicia la reversión de DIMs de otras áreas.

La corrección del DIM de C1 ha resultado altamente favorable para los siguientes casos:

  • Histéresis fascial (Deformación plástica de los tejidos fasciales que impide la longitud correcta de los músculos).
  • Un gran abanico de algias (Cefalalgias, cervicalgias, braquialgias, dorsalgias, lumbalgias, sacralgias, coccigodinia, coxalgia, gonalgia y talalgia).
  • Dolor crónico de carácter no maligno ni metabólico ni autoinmune (Algias musculares, periarticulares y paravertebrales).
  • Propensión a rigidez muscular y articular de carácter no maligno (Que no sea producto de desórdenes metabólicos, genéticos y/o congénitos).
  • Aberraciones de la postura (Que no sean de origen neuropático, miopático y/o osteopático, o por síndromes congénitos o genéticos).
  • Contracturas crónicas (Que no guarden relación con condiciones degenerativas de la columna y las articulaciones).
  • Puntos gatillo (Que afecten principalmente cabeza, cervicales y extremidades superiores). 
  • Algunos síndromes producto del estrés (Que no hayan tenido una buena respuesta terapéutica a las técnicas convencionales).
  • Pobre ejecución de tareas y actividades sencillas (Disminución progresiva de la fuerza y la movilidad, que no tenga origen neuropático o genético).
  • Síndromes posteriores al latigazo cervical (Trastornos del ánimo y el sueño, dolores galopantes y rigidez, todos ellos posterior a un accidente).
  • Algias producto del sedentarismo (En pacientes que tienen un Síndrome Superior Cruzado agravado por su trabajo y su postura).
  • Trastornos relacionados con la Fibromialgia (Cefaleas, trastornos del sueño y el ánimo, algias difusas, alteraciones nerviosas de intestinos, etc.). 
  • Desórdenes osteomusculares de difícil diagnóstico por su sintomatología camaleónica (Que no tengan carácter maligno ni genético ni autoinmune).
  • Cefalea cervicogénica (Que no sea producto de alteraciones apofisiarias ni facetarias ni discales de la columna cervical).
  • Cefalea tensional (Que no tenga relación con trastornos vasculares ni articulares de la columna cervical).
  • Cefalea vascular (De carácter no maligno y que no tenga relación con la presencia de tumores, coágulos y/o aneurismas). 
  • Dificultad para sostener la cabeza (Que no esté relacionada con osteoporosis, enfermedad neurológica e inestabilidad cervical).
  • Mareo y vértigo de origen cervical (Que no sea producto de osteofitos cervicales, discartrosis cervical y aplastamiento vertebral).
  • Dolor relativo al síndrome de Fatiga Crónica (Que no sea generado por tiroiditis, rotavirus, candidiasis ni vulnerabilidad química).
  • Trastornos de los discos intervertebrales, en especial aquellos de la región lumbar. (Excepto las espondilolistesis, discartrosis y tumores).