Anomalías en los discos de la columna

Cómo AtlasPROfilax® puede ayudar con las anomalías en los discos de la columna


Anomalías en los discos de la columna

De origen miofascial

La distribución de cargas de los discos intervertebrales es dependiente del equilibrio de las fuerzas de torsión, compresión e inclinación y de la adecuada respuesta amortiguadora de su tejido viscoelástico.  De persistir una apreciable retracción del cuadrado lumbar y los isquiosurales, producto de la retracción suboccipital, la hidráulica de los discos se altera, estresando al anillo fibroso.

Los discos de la columna vertebral o discos intervertebrales son estructuras semigelatinosas (relativamente viscosas) que tienen por función la amortiguación y separación entre dos vértebras así como el soporte de peso y presión. Poseen cierta flexibilidad y adaptación a los movimientos que la columna puede hacer.

El segmento cervical superior (C0-C1-C2) es un caso distinto porque no hay disco intervertebral entre el Atlas (C1) y el Axis (C2). En tanto C1 y C2 dan paso a las arterias vertebrales, su canal vertebral es más amplio. Desde C2-C3 hasta L5-S1, entre cada vértebra hay un disco intervertebral que actúa como articulación.

Cuando la capacidad de los discos es sobrepasada, se producen deshidratación, desgastes precoces (discartrosis), discopatías y hernias discales. El sobreesfuerzo intelectual, la posición sentada prolongada y el trabajo por horas en la computadora, el libro o el móvil, constituyen también una fuente de sobrecarga importante a los discos de la columna cervical.

Los traumatismos repetitivos, los impactos, la falta de ergonomía, el sedentarismo, la poca ingesta de agua, el sobrepeso, el exceso de carga de pesos sobre la espalda o desde los brazos, la posición sentada prolongada y la poca higiene de postura, son auténticos detonantes de las discopatías, discartrosis y hernias de disco a nivel dorsal y lumbar.

El disco L5-S1 es aquel que tiene mayor tendencia a la hernia por tratarse de un disco en la zona transicional entre lumbares y sacro, con lo cual su orientación es oblicua y está mayormente expuesto a ser el depositario de las cargas asimétricas prolongadas. La anteriorización de cabeza que acompaña a la Desalineación Menor del Atlas, aumenta la sobrecarga a éste disco.

La Desalineación Menor del Atlas trae consigo cambios en la postura y las curvas de la columna así como acortamientos indeseados en varios grupos musculares (tanto de la cadena anterior como de la posterior). Esto repercute negativamente en los discos cervicales y lumbares, especialmente, reduciendo el porcentaje de flexibilidad y adaptación de dichas estructuras.

El caso de Fernando

Incapacidad por dos hernias discales

Así eran las hernias discales de Fernando

El paciente al que pertenecen las resonancias magnéticas abajo presentadas, aportó sus imágenes diagnósticas al día de la aplicación de AtlasPROfilax®. Las imágenes y el informe radiológico independiente arrojaban el diagnóstico de hernia discal en L4-L5 con extrusión y abombamientos pequeños en L2-L3 y L3-L4.

Al día del control, tras seis meses de aplicado AtlasPROfilax®, el mismo paciente presentó otra resonancia magnética reciente en la cual se veía que la hernia en L4-L5 ya no era observable –se había reabsorbido- y los abombamientos en L2-L3 y L3-L4 habían mejorado notoriamente. Todo esto confirmado por el informe de la médico radióloga independiente de su seguro médico privado.  

Para efectos aclaratorios, la radiólogo que realizó las pruebas y redactó el correspondiente informe, después de AtlasPROfilax®, no tenía conocimiento de que el paciente se hubiese realizado la corrección de la Desalineación Menor del Atlas. Las resonancias corresponden a centros independientes al igual que los diagnósticos e informes.

Este es el testimonio en video que nos brinda:

Gran mejoría en 2 hernias discales lumbares en L4-L5 y L5-S1

Efectividad, mejorías y limitaciones de AtlasPROfilax® en las anomalías en los discos de la columna

  • AtlasPROfilax® tiene una efectividad alta – entre el 80 y el 85% - en el mejoramiento del dolor y los trastornos sensitivo-motores asociados a las hernias discales, en especial cuando de hernias lumbares se trata.
  • Aunque es claro que hay un índice de reabsorción espontánea de las hernias de disco (6% en las protrusiones, 26% en las hernias centrales y 60% en las hernias migratorias) por posible fagocitosis, retracción posterior del anillo fibroso o bien, por probable fragmentación del material herniario o deshidratación del núcleo pulposo expandido, no tendría sentido pensar que tras la aplicación de AtlasPROfilax®, todas las reabsorciones de hernias discales fuesen espontáneas cuando se trata de un porcentaje muy alto del total de casos (mejoramiento en la extrusión, la protrusión y el abombamiento en el 80% de las hernias lumbares y 65%  de las hernias cervicales).
  • Los discos de la región lumbar suelen tener una respuesta más rápida y efectiva a la corrección de la Desalineación Menor del Atlas.  
  • No todos los trastornos de los discos intervertebrales tienen buena respuesta a AtlasPROfilax®. El nivel de respuesta depende del nivel de degeneración de los discos así como de la conjugación con otros estados patológicos de la columna (listesis, artrosis, estenosis, esclerosis, aplastamiento vertebral, fractura, etc.).

El sobrepeso, la mal nutrición, la mala postura, el sedentarismo, el tabaquismo, los trabajos en posiciones prolongadas (odontólogos, bacteriólogos, cirujanos, oficinistas), los trabajos con exceso de trauma, peso, y vibración (obreros,   conductores, ganaderos, agricultores), etc. predisponen a las anomalías en los discos. Eso reduce la efectividad de la corrección del DIM de C1.

Testimonios

AtlasPROfilax y las anomalías en los discos de la columna

No hay registros disponibles.

Bibliografía relacionada:

  • Nicolas J. Snelling. Spinal manipulation in patients with disc herniation: A critical review of risk and benefit. International Journal of Osteopathic Medicine Vol. 9, Núm. 3, pp.77-84. 2006.
  • Kraemer, Jürgen. Intervertebral Disk Diseases. Thieme. 2008.
  • Makofsky, Howard W. PT DHSc OCS. Spinal Manual Therapy: An Introduction to Soft Tissue Mobilization, Spinal Manipulation, Therapeutic and Home Exercises. Slack Incorporated. 2009.
  • Berlit, Peter; Grams, Astrid. Bildgebende Diagnostik in der Neurologie und Neurochirurgie: Interdisziplinäre methodenorientierte Fallvorstellung. Thieme, Stuttgart. 2010.

Advertencia

Por favor, lea nuestra advertencia.

No es nuestra pretensión que los lectores de esta página web asuman que el Desarreglo Intervertebral Menor del Atlas es la causa única de los problemas de salud enunciados a continuación en este apartado. El dolor suele ser una señal de alerta de que hay una lesión tisular real o potencial, por lo que es preciso acudir al especialista para advertir de sus posibles causas.

P.e. una cefalea o un dolor local puede tener muchas causas y ser una señal de que una enfermedad está en curso. Incluso un aparente dolor muscular benigno puede advertir de un trastorno metabólico, inmunológico, vascular o  articular. Por ello, si tiene alguno de estos problemas de salud, consulte con su médico y siga el tratamiento respectivo. Recuerde autogestionar su salud con celeridad.

AtlasPROfilax® es un método kinesiológico que secunda a la medicina alopática y a la natural así como a la odontología ortopédica. En ningún caso interfiere o reemplaza los tratamientos médicos – odontológicos ni los medicamentos. El único objetivo que persigue es corregir el DIM del Atlas para mejorar la calidad de vida del paciente y para hacer de éste un terreno más fértil para cualquier tratamiento y terapia posterior.

De igual forma que una gran cantidad de pacientes reacciona bastante bien con especialidades de la medicina complementaria (homeopatía, terapia neural, acupuntura, naturopatía, aromaterapia, nutracéutica, osteopatía, quiropraxis, masajes, terapias energéticas, etc.) hay siempre, una población que por poca receptividad a estas técnicas o por la condición de su propia salud, no tiene los resultados esperados. 

Asimismo y tal y como citan los biólogos chilenos Maturana y Varela, “Los seres vivos son redes de producciones moleculares en las que las moléculas producidas generan con sus interacciones la misma red que las produce”. Ese principio de autopoiesis que trata de la autoproducción y autorregulación, explica por qué algunos pacientes evolucionan favorablemente con una terapia mientras que otros no.

Todo lo anterior para puntualizar que la corrección del DIM del Atlas se ha mostrado altamente efectiva en la disminución del dolor miofascial crónico benigno, en algunos trastornos funcionales de la postura así como en el reordenamiento del Sistema Tónico Postural. Sin embargo y como ocurre en cualquier especialidad de la medicina complementaria, los resultados son proporcionales a la autopoiesis del paciente. 

Existen varias probables etiologías para el desarrollo de disfunciones y dolor en el cuerpo, desde las alteraciones endógenas (genéticas, congénitas, autoinmunes, etc.), exógenas (alérgicas, iatrógenas, patógenas, etc.), ambientales (mecanoposturales, ergonómicas, profesionales, etc.) y multifactoriales (neoplásicas, idiopáticas, psicosomáticas, etc.). 

La desalineación del Atlas no se había tenido presente hasta el desarrollo de la Osteopatía en 1874 por A. Taylor Still, M.D. y el nacimiento de la Quiropráctica en 1895 por D. D. Palmer.  La inclusión del concepto de Desarreglo Intervertebral Menor se hizo en 1969 por R. Maigne, M.D. El DIM del Atlas, estudiado en profundidad durante 20 años por el Dr. R.-C. Schümperli, E.M., fue publicado en 1993.

El DIM de C1 es uno de los factores detonantes del dolor miofascial pero no es el único. Desarreglos Intervertebrales Menores de cualquier área de la columna vertebral pueden proyectarse en ciertos músculos y ligamentos en forma dolorosa. Esto para precisar que el DIM de C1 no es la justificación para todos los dolores miofasciales, si bien, la corrección de este DIM propicia la reversión de DIMs de otras áreas.

La corrección del DIM de C1 ha resultado altamente favorable para los siguientes casos:

  • Histéresis fascial (Deformación plástica de los tejidos fasciales que impide la longitud correcta de los músculos).
  • Un gran abanico de algias (Cefalalgias, cervicalgias, braquialgias, dorsalgias, lumbalgias, sacralgias, coccigodinia, coxalgia, gonalgia y talalgia).
  • Dolor crónico de carácter no maligno ni metabólico ni autoinmune (Algias musculares, periarticulares y paravertebrales).
  • Propensión a rigidez muscular y articular de carácter no maligno (Que no sea producto de desórdenes metabólicos, genéticos y/o congénitos).
  • Aberraciones de la postura (Que no sean de origen neuropático, miopático y/o osteopático, o por síndromes congénitos o genéticos).
  • Contracturas crónicas (Que no guarden relación con condiciones degenerativas de la columna y las articulaciones).
  • Puntos gatillo (Que afecten principalmente cabeza, cervicales y extremidades superiores). 
  • Algunos síndromes producto del estrés (Que no hayan tenido una buena respuesta terapéutica a las técnicas convencionales).
  • Pobre ejecución de tareas y actividades sencillas (Disminución progresiva de la fuerza y la movilidad, que no tenga origen neuropático o genético).
  • Síndromes posteriores al latigazo cervical (Trastornos del ánimo y el sueño, dolores galopantes y rigidez, todos ellos posterior a un accidente).
  • Algias producto del sedentarismo (En pacientes que tienen un Síndrome Superior Cruzado agravado por su trabajo y su postura).
  • Trastornos relacionados con la Fibromialgia (Cefaleas, trastornos del sueño y el ánimo, algias difusas, alteraciones nerviosas de intestinos, etc.). 
  • Desórdenes osteomusculares de difícil diagnóstico por su sintomatología camaleónica (Que no tengan carácter maligno ni genético ni autoinmune).
  • Cefalea cervicogénica (Que no sea producto de alteraciones apofisiarias ni facetarias ni discales de la columna cervical).
  • Cefalea tensional (Que no tenga relación con trastornos vasculares ni articulares de la columna cervical).
  • Cefalea vascular (De carácter no maligno y que no tenga relación con la presencia de tumores, coágulos y/o aneurismas). 
  • Dificultad para sostener la cabeza (Que no esté relacionada con osteoporosis, enfermedad neurológica e inestabilidad cervical).
  • Mareo y vértigo de origen cervical (Que no sea producto de osteofitos cervicales, discartrosis cervical y aplastamiento vertebral).
  • Dolor relativo al síndrome de Fatiga Crónica (Que no sea generado por tiroiditis, rotavirus, candidiasis ni vulnerabilidad química).
  • Trastornos de los discos intervertebrales, en especial aquellos de la región lumbar. (Excepto las espondilolistesis, discartrosis y tumores).