DIM del Atlas

Método AltasPROfilax® para profesionales

Información sobre el Desarreglo Intervertebral Menor del Atlas

Desarreglo Intervertebral Menor del Atlas

Se conoce con el nombre de Desarreglo Intervertebral Menor al estado fisiopatológico de algún segmento de la columna vertebral y consiste en una mecánica afectada por errores en la administración del ATP, lo que puede derivar en desórdenes funcionales y errores en la salida de los potenciales de acción de áreas motoras y pre-motoras del córtex cerebral. 

El primer Desarreglo Intervertebral Menor que sufre el ser humano suele ser a la altura del Atlas y el Axis gracias al proceso de alumbramiento, momento en el cual los cóndilos occipitales están en un período de osificación y no cuentan con la suficiente fuerza para retener su posición sobre las facetas articulares del Atlas en casos de hiperextensión de la cabeza.

La desalineación del Atlas en relación con los cóndilos occipitales y el Axis altera especialmente el centro de gravedad del cráneo. Esto da origen a sobrecargas en las inserciones musculares del cuello, lo que no sólo se manifiesta en forma de dolor sino que perjudica notablemente la postura generando una permanente posición adelantada de la cabeza y anteriorización de hombros.

El encastre irregular de los cóndilos del occipital en la cavidad glenoidea del Atlas, puede tener consecuencias desde leves hasta devastadoras en la medida que la fuerza hidráulica del líquido cefalorraquídeo (LCR), se ve afectada. Además, aumenta la tendencia a tensiones del occipital y el temporal que en los niños, suelen registrarse como dolor de cabeza y dificultades en el aprendizaje.

Es gracias a las fascias longitudinales que se produce un efecto de arrastre descendente de las cadenas musculares a lo largo del cuerpo. La deformación plástica fascial conduce a posibles irregularidades en el aparato estomatognático, las cuales inducen al cambio del eje cefalopodal y por lo tanto, modifican las cargas a las que se ven sometidos los discos intervertebrales, en especial, los del segmento lumbar. 

Ello se explica porque la compensación biomecánica de la charnela cráneo-cervical (Occipital, Atlas y Axis) es la charnela lumbosacra (L4, L5, S1 y S2). El Desarreglo Intervertebral Menor del Atlas hace más vulnerable al disco L5-S1 y le hace susceptible de herniarse con mayor facilidad gracias a la transmisión de carga que se hace en las curvas lordóticas del raquis.

La Desviación Cráneo-Caudal del Atlas perturba específicamente al ligamento posterior occipito-atlantal. Esto repercute en la vascularización al cerebro en tanto que es a través de dicho ligamento que transcurren las arterias vertebrales desde los agujeros vertebrales hasta las apófisis transversas del Atlas. De verse afectado el riego sanguíneo al cerebro, se propician o agudizan cefaleas,  mareo, vértigo, depresión, etc.

El Desarreglo Intervertebral Menor del Atlas genera hipertono de algunas zonas de la musculatura suboccipital. Tal lesión en esta zona rica en propioceptores (mecanorreceptores, husos musculares y nociceptores), redundará en el tono muscular local en forma de irritación permanente de los propioceptores, lo que conduce a una sobreproducción de contracturas defensivas o espasmos.

Características del DIM del Atlas

  • A nivel dorso-lumbar, las causas mecánicas más frecuentes de Desarreglo Intervertebral Menor incluyen mala postura, mala distribución de cargas al levantar pesos, traumatismos producto de caídas o accidentes, mala ejecución de esfuerzos físicos, problemas estáticos, etc. Sin embargo, el Desarreglo Intervertebral Menor del Atlas, obedece principalmente a traumatismos obstétricos o traumatismos mecánicos a lo largo de la vida (en la práctica de deportes, accidentes de auto, caídas de la propia altura, etc.).
  • Por lo general, los Desarreglos Intervertebrales Menores dorsales, lumbares y sacros tienen causas viscerales. Dentro de éstas, las más frecuentes son todas aquellas en las cuales un órgano o víscera irritada potencia la irritación vertebral, p.e. descenso de vejiga, megacolon o hígado graso. En relación con el Atlas, la única evidencia que se ha encontrado a este respecto es a nivel de la unión bulbo-medular, cuya afectación propicia o agrava el Desarreglo Intervertebral Menor ya existente.
  • La característica fáctica más relevante de un Desarreglo Intervertebral Menor del Atlas es el Síndrome Superior Cruzado, que consiste en un desequilibrio profundo entre la musculatura anterior y posterior de la espalda alta, que lógicamente se irradia a cervicales, hombros y tórax. Esto propicia el acortamiento de trapecios y esternocleidomastoideo, elevador de la escápula así como inhibición del redondo menor y mayor, serrato mayor y romboides así como supraespinoso e infraespinoso.
  • El Síndrome Superior Cruzado suele expresarse por la hiperextensión del Occipital, Atlas y Axis, que resulta en anteriorización de la cabeza, la cual debilita los músculos flexores del cuello y tonifica en exceso a la musculatura suboccipital (hipertono). La tensión prevalece entre el segmento cervical inferior y T4. Se desencadena una rotación y abducción escapular por hipertono de los fijadores superiores del hombro e inhibición de los fijadores internos. Todo esto declina la capacidad respiratoria.
  • Las molestias (signos y síntomas) de los Desarreglos Intervertebrales Menores no necesariamente son de carácter permanente. A menudo, se manifiestan mudas (post-esfuerzo), sordas (suaves-continuas), parlantes (agravadas) o episódicas (fluctuantes Vs. esfuerzo). El nivel de molestias físicas, energéticas y emocionales que pueda experimentar una persona con Desarreglo Intervertebral Menor del Atlas es directamente proporcional al nivel de Desviación Cráneo-Caudal del Atlas y al umbral personal de dolor.
  • A mayor compresión de los cóndilos occipitales entre las facetas del Atlas, mayor será la variación de los pulsos del LCR y del mecanismo fascial longitudinal del cuerpo. Por otra parte, a mayor Desviación Cráneo-Caudal del Atlas, mayor será la irritación sobre los tractos espinotalámicos y espinocerebelares, lo que da lugar a una fuerte perturbación de las vías del dolor. Por último,  afectaciones de los niveles de CRF (Factor Liberador de la Corticotropina), influyen en la hipersensibilización de las vías del dolor.
  • El DIM del Atlas propicia el hipertono de los músculos suboccipitales y la fatiga de ligamentos como el alar, cruciforme y cervical posterior. De no revertirse a tiempo dicha situación, la propiocepción alterada afectará la capacidad correctiva de la musculatura cervical y así, las estructuras que resultarán afectadas serán los husos musculares, las uniones neuromusculares y el órgano tendinoso de Golgi. Como respuesta a ello, el cuerpo presentará reflejos miotáticos distorsionados que redundarán en bandas de celulalgia y fibrosis.
  • La retroalimentación entre la musculatura suboccipital y el Atlas es responsable de la persistencia del DIM del Atlas en la medida que el feedback incoherente de estos músculos produce hipertono, depleción de oxígeno al tejido, nocicepción hiperestimulada, inflamación y/o irritación crónica local. A esta persistencia producto del feedback se le conoce como “Síndrome Reactivo”. Dicho síndrome modifica compensatoriamente el segmento cervical inferior así como las estructuras distales haciendo de éste, un problema global.
  • El Síndrome Reactivo consiste en la emisión distorsionada del encéfalo hacia los tejidos blandos, lo cual aumenta la respuesta inmune a la inflamación por parte de los macrófagos y estimula la proliferación de los fibroblastos, quienes incrementan el número de uniones cruzadas de las fascias, produciendo así su acortamiento. Esta es la principal razón por la cual, el método AtlasPROfilax® trabaja sobre los músculos suboccipitales para romper así el feedback distorsionado que mantiene a la vértebra Atlas en un Mal Ángulo de Rotación.
  • El Desarreglo Intervertebral Menor del Atlas suele dar origen a puntos miofasciales dolorosos. Esto se explica por la hiperreactividad del encéfalo y tallo cerebral que se traslada a los tejidos blandos (músculos, fascias, ligamentos) y desencadena así los disparadores de dolor miofascial a distancia, conocidos como Puntos Gatillo. Es común desatar cefalea, mareo, dolor ocular o mandibular al testear los músculos suboccipitales, lo cual simplemente verifica el estado defensivo en el que se encuentran.
  • Las repercusiones del Síndrome Reactivo también influyen sobre la economía del organismo. El hipertono, la excesiva actividad muscular (músculos cervicales, pectorales, diafragma, músculos abdominales y pélvicos) y el sobre-estímulo inmune hacia el tejido conectivo son factores que conducen a fatiga general del cuerpo, aumentan la frecuencia cerebral por encima de los 15 Hz y por tanto, bloquean el sueño reparador y  la capacidad analítica del individuo. A largo plazo, esto puede ser muy perturbador para la calidad de vida.

Causas del DIM del Atlas

  • Distocia.
  • Instrumentación en el parto vaginal.
  • Freno o aceleración en la fase de introducción del feto en el parto normal en Occipito-ilíaco-izquierdo-anterior.
  • Exceso de apoyo del pubis materno en la fase de expulsión del feto en el parto normal en Occipito-ilíaco-izquierdo-anterior.
  • Descenso prolongado en la fase de rotación en el parto normal en Occipital-ilíaco-derecho-posterior.
  • Hiperextensión de la cabeza del feto durante la fase de encajamiento en el parto normal en Mento-Anterior.
  • Mala manipulación de cabeza y cuello en el neonato.
  • Transmisión violenta de energía cinética al cráneo.
  • Recepción sorpresiva de impactos o golpes al cráneo.
  • Traumatismos a nivel maxilar u occipital durante la práctica deportiva.
  • Transmisión fascial de impactos lumbosacros.
  • Aceleración-desaceleración o hiperextensión-hiperflexión cervical.
  • Síndrome de desaceleración con esguince cervical.
  • Histéresis.

Información más detallada sobre cada una de las causas del DIM del Atlas

Consecuencias del DIM del Atlas

Al encontrarse ligeramente desestructurado y comprimido el anclaje entre occipital y atlas, ésta condición repercute básicamente en 3 niveles. Ellos son:

Incidencias a nivel mecánico del DIM del Atlas:

La distribución de peso debería ser ideal desde la cabeza hacia las otras vértebras y el resto del esqueleto pero en efecto, cuando el Atlas reporta DIM, este equilibrio mecánico se perturba y propicia que los hombros estén inclinados hacia un lado o hacia delante, que la cadera se bascule y que haya una pierna más corta que la otra, es decir, una pierna corta funcional.

Esta mala postura no tendría efectos negativos en el organismo si no fuese porque suele persistir y agravarse con los años y los malos hábitos. Este imbalance mecánico altera las principales articulaciones del cuerpo y puede inducir trastornos dolorosos en músculos de diferentes zonas (nuca, hombros, brazos, espalda, cintura, cadera, rodillas y piernas).

De estar experimentando un DIM con un síndrome de Compresión Condílea, el Atlas ejerce un arrastre (fuerza de tracción) sobre los músculos y fascias (envoltorios de los músculos) de la región de la nuca. Esto se manifiesta en una rigidez excesiva de los músculos, en especial de los trapecios, los cuales irradiarán dolor hacia la cabeza y los hombros.

Incidencias a nivel neurológico de la desalineación menor del Atlas

El agujero del cráneo es el lugar de transición entre las duramadres (meninge superficial) del cráneo y de la médula espinal. Estudios han evidenciado que dos de los músculos cortos de la nuca (en contacto con el Atlas) tienen una conexión especial entre ellos y la duramadre, con lo cual las fascias pueden transmitir sus tensiones interna y externamente.

El DIM del Atlas puede trasladar sus efectos nocivos hacia esta conexión músculo-duramadre, propiciando síndromes dolorosos tales como la fibromialgia, p.e.  Asimismo, la tensión permanente de los músculos y fascias cervicales (del cuello) puede inducir a trastornos de las señales nerviosas relacionadas con el dolor, dificultando la ejecución de tareas simples.

La hiperactividad en las señales del dolor así como el arrastre interno que pueda generarse en la duramadre - como consecuencia del mal posicionamiento menor del Atlas - podría explicar el hecho de que cada individuo experimente de manera distinta las compensaciones y tensiones que esta condición produce en su cuerpo. Algunos tendrán dolor y rigidez, otros no.

Incidencias a nivel vascular de la desalineación menor del Atlas

El 30% del aporte de sangre oxigenada al cerebro es proporcionado por las arterias vertebrales que viajan por las cervicales hasta el Atlas y de allí hasta al centro de transmisión de la médula al cerebro (tallo cerebral) en donde se ramifican y forman la arteria basilar. A partir de allí, viajan hacia los hemisferios cerebrales y el centro de coordinación del movimiento (cerebelo).

El DIM del Atlas puede ser un factor desencadenante de las migrañas de la arteria basilar (acompañadas de dificultad para hablar, pérdida de audición - visión y disminución de la conciencia) así como un agravante de ciertas clases de cefalea, migrañas y vértigo, por el estrechamiento ocurrido de algunos vasos sanguíneos a nivel cervical.

En el evento que el DIM del Atlas esté acompañada por una compresión de los cóndilos del occipital sobre el Atlas, aumenta la probabilidad de elevarse la presión a nivel del bulbo raquídeo, quien transmite los impulsos de la médula espinal al encéfalo y a las arterias vertebrales y espinales. Esto se puede experimentar como vahídos (mareos momentáneos).

Con frecuencia, la compresión de los cóndilos occipitales sobre la superficie del Atlas propicia un exceso de tensión en el esfenoides (hueso del cráneo), esto puede empeorar los dolores de cabeza (cefaleas), la rigidez y tensión muscular (espasticidad) y los problemas de aprendizaje (dificultades en el habla, la lectura y el razonamiento), los cuales suelen cronificarse.


Indicaciones de la Corrección del DIM del Atlas

La supresión del Desarreglo Intervertebral Menor del Atlas está especialmente indicada para mejorar la calidad de vida de las personas. Durante los 19 años de investigación que ha adelantado AtlasPROfilax® Academy of Switzerland en conjunto con prestigiosos centros radiológicos de Europa, como el mRI de Alemania, y con base en la experiencia de los Atlasprofs® (especialistas en AtlasPROfilax®), es posible recomendar este método para los siguientes casos:

  • Personas aquejadas de histéresis fascial, es decir, estrés crónico de las fibras colágenas y los proteoglicanos. Esto es fácilmente observable al tacto de ciertos grupos musculares en personas con trastornos reumáticos.
  • Un gran abanico de algias. Las más relevantes y que obtienen mejor resultado con la supresión del Desarreglo Intervertebral Menor del Atlas son: Cervicalgia (dolor de cuello), omalgia (dolor de hombro), tortícolis (distonía del esternocleidomastoideo), lumbalgia (dolor lumbar), coccigodinia (dolor del coxis) – siempre que no sea causado por la anteroflexión del coxis – y talalgia (dolor del talón) – en especial sí es consecuencia de una fascitis plantar.
  • El dolor crónico de carácter no maligno que haya sido tratado sin éxito con otros métodos (Métodos médicos: Fisiatría, rehabilitación, terapia neural, acupuntura, etc. / Métodos no médicos: Homeopatía, osteopatía, quiromasaje, naturopatía, etc.).
  • Propensos a rigidez muscular y articular cuyos tejidos se alteran y responden mal ante el estiramiento. Esto es muy frecuente en quienes presentan Trastornos de Trauma Acumulativo, que han desarrollado sus lesiones musculoesqueléticas como consecuencia del desarrollo normal de su trabajo: p.e. Esfuerzos repetitivos, puestos no ergonómicos de trabajo, vibración de las herramientas de trabajo, exposición a cambios bruscos de temperatura, levantamiento permanente de pesos. Por lo general, la debilidad muscular, el dolor, la rigidez, el ardor, la sensibilidad, el hormigueo y el adormecimiento suelen mejorar dependiendo del tipo y grado de trauma.
  • Todas aquellas aberraciones de la postura que producen inhibición de los músculos fásicos y acortamientos de los músculos posturales. Entre ellas: Escoliosis funcional (no neuropática ni metabólica), hipercifosis (no Scheuermann) e hiperlordosis lumbar.
  • Contracturas sostenidas en el tiempo y que no ceden ante masaje o terapia física.
  • Personas con puntos gatillo que afecten principalmente cabeza, cervicales y extremidades superiores. P.e. Dolores en ojos, mandíbula, suturas craneales (frontal, parietal, temporal, occipital), cuello (parte posterior), omalgia (dolor de hombro), dolores móviles en músculos de los brazos (deltoides, bíceps, supinador, etc.).
  • Síndromes producto del estrés (también conocidos como Enfermedades de Adaptación) que se manifiesten a nivel digestivo, urológico, articular, muscular y/o dentario que estén recibiendo tratamiento médico y utilicen el método AtlasPROfilax® como complemento al mismo. Las que mejor responden son: Gastritis, colon irritable, enuresis en niños, vejiga hiperactiva por descenso, dolores articulares difusos, fibromialgia y bruxismo, p.e.
  • Los que presenten dificultades en la realización de actividades sencillas tales como subir o bajar gradas, levantar los brazos, girarse en la cama, levantarse de una silla, caminar, peinarse y/o cargar objetos. Con mucha frecuencia, la ejecución de estas actividades mejora significativamente después de la supresión del Desarreglo Intervertebral Menor del Atlas siempre que el origen de dichas dificultades no sea metabólico (Hipotiroidismo, Sjörgen, osteoporosis, insuficiencia suprarrenal, etc.).
  • Quienes han sufrido en el pasado un accidente automovilístico con latigazo cervical y que desde entonces, presenten problemas para conciliar el sueño, dolores difusos y trastornos del humor.
  • Personas que trabajen muchas horas frente a un ordenador y como consecuencia de ello, estén aquejadas de dolor de nuca, espalda y lumbares.
  • Quienes tengan el “diagnóstico” de Fibromialgia. A pesar de que hoy día no hay un consenso sobre esta cuestión porque muchos médicos insisten en que la Fibromialgia es más un desorden psiquiátrico que físico, para muchas de las terapias naturales es un hecho de que las personas con Fibromialgia tienen una alteración muy importante del equilibrio mio-teno-perióstico y que por tanto, éste se manifiesta con dolores semiarticulares, puntos gatillo, fatiga, depresión y trastornos del sueño, entre otros. El aporte más notable de suprimir el Desarreglo Intervertebral Menor del Atlas es incidir positivamente en el restablecimiento del equilibrio en la nocicepción (recepción nerviosa de las señales del dolor) para desensibilizar todas aquellas estructuras fasciales y musculares que se encuentran hiperestimuladas. Esto aporta vitalidad, energía, mayor flexibilidad y menor rigidez muscular-articular.
  • Desórdenes osteomusculares que no son fácilmente diagnosticados por su sintomatología camaleónica.
  • Cefaleas cervicogénicas (de origen cervical) que se desatan especialmente al realizar movimientos del cuello y al mantener por mucho tiempo una misma postura. Esta cefalea se caracteriza también por la hipersensibilidad muscular cervical y por la restricción de la movilidad articular.
  • Cefalea tensional que no es más que el resultado de la tensión y contracción de los músculos del cuello y el cuero cabelludo. Esto puede generarse como respuesta al estrés, la ansiedad o la depresión. A pesar de que hay un componente psicológico importante en este tipo de cefalea, la supresión del Síndrome de Compresión Condílea Occipital puede ser muy beneficioso porque libera las inserciones musculares que se encuentran implicadas en este tipo de trastorno.
  • Cefalea vascular que no tenga origen digestivo (colon espástico, hipoglicemia, etc.), hormonal (menstruación, menopausia) o que no sea secundaria a tumores cerebrales, meningitis o trauma cráneo-encefálico. La intensidad de las crisis migrañosas disminuye notablemente después de la supresión del Desarreglo Intervertebral Menor del Atlas. La frecuencia con que se presentan también varía, siendo cada vez más espaciadas las crisis. Ello no impide que la persona continúe en tratamiento por su neurólogo de cabecera.
  • Quienes sientan dificultad para sostener su cabeza y sientan un gran peso en su cuello y trapecios. A pesar de que esto puede ser un síntoma de multitud de patologías, es muy interesante el papel que juega el centro de gravedad del cráneo en la musculatura cervical. De verse alterado,  los cuatro planos musculares del cuello suelen verse afectados e hiperestimulados. El restablecimiento del centro de gravedad craneal se desplaza hacia las cervicales disminuyendo así el hiperestímulo.
  • Aquellos que presentan mareo con los cambios de posición (mareo ortostático), vértigo cervical (inducido por contracturas), problemas de coordinación y equilibrio.
  • Personas con Síndrome de Fatiga Crónica o Encefalomielitis Miálgica, a quienes se les haya descartado Síndrome de Cushing, Tiroiditis Autoinmune, Epstein-Barr, Lupis, Polimiositis y Miastenia Gravis. En general, los trastornos del sueño, dolores musculares-articulares y los problemas neurocognitivos (pérdida de concentración y memoria) tienden a mejorar progresivamente una vez se ha suprimido la Desviación Cráneo-Caudal del Atlas. Esto gracias a la liberación de las arterias vertebrales que redunda en una mejor oxigenación al cerebro.
  • La charnela lumbo-sacra es la compensación mecánica de la charnela cráneo-cervical. Las fuerzas mecánicas de compresión sobre los discos se incrementan de haber mala postura, que normalmente viene acompañada de debilidad de los músculos abdominales. Sin ser ésta la única explicación de la hernia lumbar, con frecuencia, los desarreglos intervertebrales menores se compensan unos con otros y en este caso, el Desarreglo Intervertebral Menor del Atlas suele derivar en desajustes de la columna lumbar, especialmente, la lumbosacra, aumentando las posibilidades de hernia discal. De aplicarse preventivamente el método AtlasPROfilax®, las sobrecargas sobre los discos suelen retornar al equilibrio antes de degenerar el disco. De aplicarse una vez el disco se ha herniado, el método AtlasPROfilax® puede jugar un papel importante en la disminución del dolor radicular y la calidad de vida (aumento de la movilidad y la flexibilidad, reequilibrio fascial toraco-lumbar, mejoría del metabolismo de los oligoelementos).

Situaciones Especiales en las que NO se realiza la Corrección del DIM del Atlas

Aunque no hay contraindicaciones conocidas para la aplicación del método AtlasPROfilax®, hay ciertas condiciones especiales bajo las cuales NO se realiza la técnica. Ellas son:

  • Embarazo.
  • Síndrome de la Arteria Vertebral.
  • Fractura de atlas o de axis.
  • Procedimientos quirúrgicos recientes.
  • Anomalías o malformaciones del atlas y axis.

Información más detallada sobre cada situación


Imagenología y DIM del Atlas

La radiología no es estrictamente fiable para la observación de los Desarreglos Intervertebrales Menores y por tanto, tampoco lo es para decidir el sentido de una maniobra de manipulación (en quiropráctica, p.e.). La radiografía dinámica o cinerradiografía tampoco es una herramienta útil porque puede arrojar datos equivocados acerca de las restricciones móviles y por tanto, conducir a una deducción errónea acerca de la acción a seguir.

La tecnología del escáner en 3D aporta mayor precisión y permite una visualización mucho más nítida y limpia de la vértebra atlas, su anclaje con los cóndilos occipitales, su relación con el dens del axis al igual que las estructuras neurovasculares implicadas (arterias vertebrales, tallo cerebral). El escáner volumétrico o TAC 3D cráneo-cervical permite una gran aproximación a su morfología, con un fino detalle y una mínima exposición a Rx (10 mSv – miliSieverts).